Eucharist Miracle Eucharist Miracles

Il Tempo - Crónica de Roma de viernes 16 de noviembre de 2001, pag. 41

viernes, 16 de noviembre de 2001, pag. 41

Hostias ensangrentadas en las manos de Marisa

En 1971, del encuentro con don Claudio Gatti, nació: "Madre de la Eucarisía"

En 1971, Marisa Rossi, una señorita romana, encuentra a don Claudio Gatti, sacerdote católico de la diócesis capitolina.

No es un encuentro casual. La mujer ha sido informada previamente durante una de las apariciones de Nuestra Señora que le acompañan desde que tenía dos años y medio.

Marisa y Don Claudio se "reconocen" y, juntos, deciden dar vida a un movimiento, con el objetivo de evangelizar a los jóvenes y ayudar, sea materialmente o bien espiritualmente, a los sacerdotes con dificultad.

La historia del movimiento va a la par con las apariciones, que entre tanto, continúan. Desde 1988, sólo poca gente tiene conocimiento y el único que ha podido asistir es don Claudio.

Pero en 1988, el sacerdote y la vidente, con el permiso de Nuestra Señora, (que se hace llamar Madre de la Eucaristía), permiten que otras personas asistan a las apariciones. La elección es dictada, quizás, por la voluntad de enriquecer numéricamente el movimiento, pero también para comprobar la posibilidad concreta de ir más allá. O sea de hacer públicas las apariciones.

El problema, desde este punto de vista, es doble. Por una parte, está la gente común, y, por tanto, los que eventualmente pueden determinar lo ocurrido, incluso cuantitativo del movimiento. Por otra parte - y este es el problema más grande - está la autoridad eclesiástica, cuya eventual reacción negativa, podría provocar la clausura forzosa de la actividad de Marisa y de don Claudio. Temor, éste último, bien fundado.

El 20 de junio del 93, la vidente, "recibe" finalmente la orden de hacer públicas las apariciones. Don Gatti informa con anticipación a la autoridad eclesiástica, en la persona del Obispo Auxiliar Cesare Nosiglia.

La respuesta parece, en un primer momento, positiva. Pero, el 6 de diciembre del año siguiente, el Cardenal Vicario Camilo Ruini quita al sacerdote la facultad de conservar la eucaristía y, por tanto, de celebrar Misa en el interior de la capilla del movimiento.

Es el inicio de una batalla destinada, con los años, a hacerse cada vez más áspera.

Desde septiembre del 95, junto a las habituales apariciones empiezan, por otro lado, a ocurrir milagros eucarísticos. En las manos de Marisa se materializan algunas hostias que -confirmará Nuestra Señora a la vidente- son "retiradas" de los tabernáculos o, incluso, sustraídas a la profanación de misas "negras".

Para don Claudio se trata de una clara indicación de lo "Alto": el movimiento instituido en el 71 debe seguir adelante, aún a costa de enfrentarse a la Iglesia oficial.

La respuesta del Vicariato, no inmediata, es durísima.

El 13 de marzo del 96, el cardenal Ruini prohibe el culto de las hostias aparecidas en las manos de Marisa. Y cuando, dos años más tarde, don Gatti, recibe, transmitido por Marisa, la orden divina de celebrar nuevamente la Misa en la sede del movimiento, es suspendido a divinis.

Pero, el sacerdote ya está seguro de la justificación divina de lo que está haciendo. En junio del 99 es ordenado obispo por voluntad directa de Dios.

El cual le consiente, entre otras cosas, emitir un decreto oficial en el que se atestigua el origen sobrenatural de las apariciones y de los milagros eucarísticos.

Entretanto el movimiento, que en Roma no puede crecer más por la abierta hostilidad de las autoridades eclesiásticas, se difunde en Italia. Desde el 93, los mensajes recibidos por Marisa han sido recogidos en algunos volúmenes (en total, hasta hoy, seis) que dando la vuelta al País, han convencido a diversas personas para formar grupos de oración, llamados, precisamente, "Madre de la Eucaristía".

Estos grupos están hoy presentes en Liguria, Abruzzo, Marche y Cerdeña. Pero hay también peregrinos provenientes del extranjero, que vienen a la sede de via delle Benedettine para asistir a las apariciones.

Apariciones que, entre tanto, continúan. Y Marisa continúa recibiendo mensajes sobrenaturales. Palabras de esperanza, que preanuncian un futuro maravilloso, en el cual "la Eucaristía triunfará". Pero también de preocupaciones, de parte de Dios, por la suerte del mundo y de la Iglesia, ambos lejos de la Palabra del Señor.

Romano Cappelletto


La Iglesia no los reconoce. Ellos siguen adelante

La sobrina de Marisa: "Prudencia excesiva del Vaticano. Es difícil creer en algo sin la respuesta exterior. Dios confía a mi tía mensajes fuertes: el mundo es una porquería. El objetivo de nuestro "cenáculo" es hacer públicos los milagros".

Cuando se adentra en el complejo territorio de las "apariciones" sobrenaturales el escepticismo es obligado. Pero cerrar completamente los ojos significaría caer en el error contrario de quien juzgamos negativamente, solo porque ve "demasiado". No es fácil acertar la veracidad de las apariciones habidas con Marisa Rossi. Y, sobretodo, no es una tarea que se pueda desarrollar con las armas del intelecto, porque en la dimensión de la fe, el intelecto acaba siempre llevándose un chasco.

Por esto, cuando entrevisté a Selenia Rana, responsable de los jóvenes del "Movimiento", además de ser sobrina de Marisa, me di cuenta que mis preguntas, dirigidas para conocer la verdad, tuvieron que detenerse, al final, a consideraciones superficiales. Y las mismas respuestas de mi interlocutora, exhaustivas a más no poder, me confirman la imposibilidad de superar ciertos límites.

Una cosa es verdad. No puedo hacer a menos de notar la fuerza de una convicción que, sea fruto de la fe o de la superstición, nadie puede acertarlo concretamente.

¿Qué es el Movimento Impegno e Testimonianza - "Madre dell'Eucaristia"?

Sin duda, no es una Iglesia separada ni, mucho menos, una secta.

¿Con qué finalidad ha nacido?

Ha nacido como movimiento de oración, de encuentro con la Eucaristía y con la Palabra de Dios.

¿Y las apariciones?

La apariciones vienen después. Como ha dicho Nuestra Señora mismo a Marisa Rosssi, son secundarias respecto a la Eucaristía.

¿Cómo nació el Movimiento?

Con el encuentro entre don Claudio Gatti y Marisa.

¿En qué año?

En 1971

¿Los dos se han encontrado por casualidad?

No. Fue Nuestra Señora que anunció a Marisa que conocería a don Claudio.

¿Cuánto tiempo hace que Marisa tiene "apariciones"?

Desde la edad de los dos años y medio

¿Y cuándo son, éstas, abiertas para otras personas?

Desde 1988, a un grupo restringido, llamado "cenáculo".

Por voluntad ¿de quién?

De Nuestra Señora. O mejor dicho, de Dios, de cuya voluntad, los mensajes de la Madre, son la expresión.

¿Cuál era la finalidad del "cenáculo"?

El de formar un grupo de personas para ayudar a don Claudio y a Marisa a convertir definitivamente públicos los mensajes de las apariciones.

¿Cuándo ocurrió esto?

En 1993

¿Quién ha querido que los mensajes fuesen de dominio público?

Siempre Dios.

¿Desde cuándo empezaron las incomprensiones con la Autoridad eclesiástica?

Algunos meses después que las apariciones fueran públicas. Hecho, por otra parte, sobre el cual Don Claudio había informado con anterioridad al Vicariato.

¿Qué sucedió?

El Cardenal Vicario Camilo Ruini, decidió negarle el permiso de celebrar Misa en el lugar de las apariciones (un permiso dato por el predecesor de Ruini, Cardenal Ugo Poletti)

¿Qué más?

La Autoridad eclesiástica ha tratado -y todavía trata- de crear el vació entorno a nosotros.

¿Por qué estas incomprensiones?

Por una prudencia excesiva, que ha terminado por pisotear la dignidad de las personas y la objetividad de ciertos eventos.

¿Qué es lo que fastidia, o da miedo, al Vicariato?

Probablemente, los milagros Eucarísticos.

¿Cuándo han comenzado éstos?

El 14 de septiembre de 1995

¿Cuál es el significado de los milagros?

El significado general es el punto central de la Eucaristía para quien quiere ser cristiano. Pero es también un significado que hace referencia particular a nuestro movimiento.

¿Es decir?

Fuimos privados de la Misa. Para una comunidad que se funda sobre la Eucaristía, éste no era un golpe indiferente. Los milagros nos han devuelto la Eucaristía y, por tanto, la posibilidad de adorarLa.

Hoy, ¿cuál es vuestra relación con la Autoridad eclesiástica?

No hay ninguna relación. Lo cual no significa que no seamos católicos.

Las apariciones de Marisa hacen referencia sólo a Nuestra señora?

No.

¿Quién más?

Los ángeles y los santos. En ocasiones particulares, también, Jesús, es decir, Dios Hijo. Por último, a veces, Marisa ve también a Dios Padre y al Espíritu Santo, bajo la apariencia de Jesús.

¿Por qué bajo esta apariencia?

Porque nadie puede ver a Dios.

Debe ser muy hermoso poder escuchar la palabra de Dios.

Son momentos hermosísimos pero, al mismo tiempo, terribles.

¿Cómo, terribles?

Por norma general, los mensajes que Dios Padre confía a Marisa son muy fuertes. Como ha ocurrido esta mañana.

¿Qué ha dicho hoy a la vidente?

Que está cansado de un mundo convertido en suciedad. Un mundo estremecido por la guerra y lejos de la Palabra.

¿Por qué Nuestra Señora se hace llamar "Madre de la Eucaristía"?

Por el sencillo motivo de que Jesús es la Eucaristía y Nuestra Señora, siendo su madre, es también madre de la Eucaristía.

¿Quién asiste a las "apariciones" puede, efectivamente, ver a Nuestra Señora?

No. Aunque la Madre ha prometido que, antes o después, todos podrán verla

¿Cuál es el mensaje fundamental dado por la madre de la Eucaristía a Marisa?

Una exhortación a conocer a Jesús Palabra y a amar a Jesús Eucaristía.

¿A quién son dirigidos estos mensajes?

A la humanidad. Y, sobretodo, a quien es escéptico.

Vuestro movimiento ¿está todo concentrado en via delle Benedettine?

No. Existen en todo el mundo comunidades surgidas de la lectura de los mensajes que Nuestra Señora ha confiado a la vidente.

¿De cuántas personas se compone la comunidad de via delle Benedettine?

Alrededor de 150

Usted, cuándo ha entrado a formar parte del Movimiento?

Desde que nació.

¿Quién o que cosa la ha convencido a permanecer allí?

El hecho de que, cuando estoy aquí, siento cosas que no puedo sentir fuera. No tan sólo eso.

¿Qué más?

El modo en que don Claudio nos explica la Palabra de Dios.

¿No ha cambiado nunca de opinión?

Si, muchas veces. Pero siempre he vuelto atrás.

¿Qué le aporta el pertenecer al Movimiento?

En este período, mucho sufrimiento.

¿Es decir?

Es difícil creer en algo y no encontrar una respuesta en el exterior, en la sociedad, en el lugar de trabajo, en el círculo de los amigos. Para algunos de nosotros, incluso, en la propia familia.

Romano Cappelletto