Eucharist Miracle Eucharist Miracles

6 de febrero de 1997

El 6 de febrero Marisa continuaba estando mal: "Vuestra hermana está en una situación muy crítica, más de lo que vosotros podéis imaginar. Ella demuestra tener mucho ánimo, aunque se siente sola y, especialmente, por la noche, dos lágrimas riegan su rostro por el sufrimiento, el dolor, el abatimiento".

La Virgen en la presencia de Don Claudio y de los jóvenes ha dado a Marisa una forma manchada de sangre.

Después que ha comulgado, ella ha murmurado: "Eres dulce, Jesús, eran tan dulce", aludiendo a la sangre que sentía en la boca.

La Virgen algunos días después ha hablado del milagro eucarístico sucedió el jueves precedente: "El gran milagro eucarístico se ha renovado de nuevo: el jueves pasado habéis visto la sangre de mi Hijo Jesús en la sagrada forma. Este milagro es una demostración para todos los hombrees de la tierra, sobretodo para los sacerdotes, que mi Hijo Jesús está presente en aquella pequeña hostia en cuerpo, sangre, alma y divinidad".

La Madre de la Eucaristía ha invitado a practicar el ayuno, a hacer el Vía Crucis, participar en las vigilias de oración en reparación de los pecados y seguir con atención y meditar las lecturas de la Santa Misa; parece no querer descuidar nada con tal de hacer crecer a sus hijos espiritualmente.